Tal vez entendemos la forma en la que el arte determina tendencias, pero a veces no pensamos de que forma este logra atraer a las personas para que se apropien de él dándole un verdadero sentido.
Sin seguidores y sin un público al cual dirigirse buscando una reciprocidad por parte este, el arte dejaría de tener sentido; pasaría a ser un elemento ajeno a la sociedad, completamente alejado de su sentido original de plasmar sentimientos, estados de ánimo o simplemente ser un canal de expresión social, económico, político o personal.
El arte, aunque parezca contradictorio debido a su carácter imponente y de extrema profundidad conceptual, es la forma más primitiva de expresión; la forma de reunir bajo una misma manifestación la voz de más de uno. Y es precisamente esta capacidad, esta facilidad de despertar sentimientos y reacciones en quienes lo aprecian, lo que le permite al arte incluirse como elemento vivo dentro de nosotros.
No es necesario que el arte hable o busque ser admirado. El ser humano en su necesidad de definirse como elemento social, busca encontrar una explicación a sus comportamientos, pensamientos e inclinaciones; y es de esta manera como de una u otra forma llega al arte.
Consiente o inconscientemente buscamos una aprobación de lo que pensamos, buscamos comunicarnos; pues sólo por el hecho de ser seres humanos, esa necesidad vive en nosotros. Esta inquietud por descubrir un poco más allá, de entender a otros, de conocer otras propuestas y de apropiarnos del mundo nos lleva a generar o simplemente a encontrarnos con el arte.
Desde lo más simple hasta lo más complejo, el arte hace parte de lo que nos constituye como sociedad. Generando admiración, sorpresa, aceptación, rechazo, alegría, júbilo, tristeza, repulsión, o una simple curiosidad, el arte se vale de los sentimientos humanos para alimentarse, para vivir y para descubrir nuevas posibilidades a medida que nosotros mismos se lo permitamos.
Por otra parte debemos reconocer que la evolución de los medios de comunicación junto con un cambio sustancial en la forma de pensamiento, han logrado darle al arte un giro determinante, aumentando sus posibilidades, y mostrando un nuevo futuro lleno de posibilidades. En pleno siglo XXI la incertidumbre invade la mente de muchos que no saben que esperar de las manifestaciones artísticas que desbordan de creatividad sin dar lugar a esperas. Constantemente se crean nuevas tendencias, cada vez más específicas, con más detalles que las definen unas de otras, y de una u otra forma se segmentan los grupos sociales que defienden sus gustos e inclinaciones.
Es así como podemos afirmar que el arte no es más que la voz de muchos resumida en poco, lo que le da la facultad de constituirse como un elemento en sí mismo que cobra vida. De esta manera, aceptando el arte como una parte viva dentro de un contexto social que no es más que nuestro propio reflejo, se explica la sensibilidad que despierta en quienes disfrutan de él atrayéndolos a seguir una de sus múltiples tendencias.
Ahora queda un tema más por aclarar, ¿Cómo se manifiesta esta sugestividad del arte en nuestra obra “Punto de Vista”?
Relacionando lo explicado anteriormente con la obra que desarrollamos para abarcar el tema de el arte como elemento social, podemos entenderla desde dos aspectos; primero su carácter meramente estético y físico, y en segundo lugar, el valor intrínseco de la obra reflejado en las reacciones de quienes la observaron.
A través de esta obra buscamos explicar como el arte, aunque se guía por ciertas determinantes que lo clasifican dentro de un movimiento o tendencia como se conoce comúnmente, no es siempre algo rígido con un significado e interpretación únicos.
Tal como se explicó, el arte es todo aquello que expresa el ser humano reuniendo sentimientos e impresiones generales, y es por esta razón que lo que busca esta obra es reflejar este carácter cambiante y versátil, el carácter de ofrecer infinitos caminos para representar cualquier idea que quepa en la mente humana.
Esto explica entonces la estética de la obra, donde los espejos quebrados orientados en diferentes direcciones reflejando cada uno algo dependiendo desde el “Punto de Vista” (de ahí el nombre) que se mire, representa las múltiples expresiones artísticas posibles alrededor de un mismo objeto. Estos espejos reflejaban unos elementos de colores dispuestos entre ellos, generando formas y contrastes que terminan siendo atractivos al público y despertando inquietud.
De acuerdo con esta idea, esta obra de arte juega con las ideas preconcebidas de la sociedad acerca de elementos comunes en la vida cotidiana como lo son los espejos, para utilizarlas a su favor creando una conexión con el espectador, para de esta manera, demostrar de forma sencilla como el arte es un elemento social activo con poder sobre quienes lo aprecian, determinando tendencias e identificando al público con lo que quiere comunicar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario